“Las musarañas son unos mamíferos muy pequeños, una especie de ratoncillos. Están siempre temblando por lo que gastan mucha energía y necesitan comer todos los días una cantidad de comida igual a su propio peso, y no viven más de un año”. No, no hemos cambiado la temática del blog a “Flora y fauna”, simplemente esta fue una de las cientos de anécdotas de la mano de Manuel Fernández-Infantes que pudimos aprender en la pasada “Ruta por las caleras de Daimiel”, organizada por la Asociación Cultural Venta de Borondo y Patrimonio Manchego el domingo 12 de marzo de 2017. Aprovechamos muy bien la mañana de un día más veraniego que primaveral en medio de un invierno pleno (¡unos días antes y después tuvimos ha estado hasta nevando!).
Es increíble la cantidad de especies vegetales desconocidas que pudimos observar, a la par de conocer sobre las antiguas caleras u hornos de cal. Entre este patrimonio natural y patrimonio arquitectónico tradicional y arqueológico, podemos encontrar cierta similitud: las construcciones tradicionales se realizan con los propios recursos de terreno, y el terreno nos proporciona plantas para alimentarnos, para curarnos o para construir por ejemplo asientos o techumbres.
Ortigas, “collejas”, hinojo, “nazarenos”, viñas en pleno lloro, (mega)encimas y almendros en flor, entre muchas otras especies vegetales.
Es imprescindible no hacer referencia al entorno cuando hablamos de construcción y del necesario aprovechamiento de los recursos.
En este artículo de Manuel tenéis toda la información técnica sobre el funcionamiento y la estructura de los hornos de cal, aunque para resumir podríamos decir que se trata de unos “montículos” creados por piedras y las propias cenizas donde se quemaba piedra caliza, abundante en la zona, gracias a la gran cantidad de material vegetal combustible que también existía en ese mismo entorno. Finalmente, tras la combustión, se obtenían las piedras de cal, para ser disueltas en agua y obtener propiamente el material constructivo, la cal, para utilizarse como revoco o mortero.
Estas caleras dejaron de funcionar aproximadamente a finales de los años 80 y gracias a la labo de “Asociación de Ecologistas Manchegos de Daimiel” y diferentes subvenciones obtenidas, se han podido realizar labores de limpieza y acondicionamiento de los hornos, como de las casillas asociadas a estas, donde residían los encargados de su explotación.
El valor añadido al entorno natural y a los restos arqueológicos, es la representación de unas prácticas industriales de explotación de los recursos naturales como importante actividad económica en la comarca.
*Fuentes y más información:
“Recuperación y conservación de las caleras tradicionales de Daimiel”. Manuel Fernández-Infantes Sánchez-Bermejo. II Jornadas de historia de Daimiel: 125 aniversario ciudad de Daimiel, 2013, ISBN 978-84-936471-7-9, págs. 317-329 https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4314419
Arquitectura Popular Manchega: http://arquitecturapopularmanchega.blogspot.com.es/2013/03/cap11-caleras-i.html
Daimiel al día: http://www.daimielaldia.com/2016/12/27/las-caleras-una-manifestacion-de-un-modelo-productivo-tradicional-en-daimiel-i/
En este video se puede apreciar una calera “armada”, es decir, lista para ser quemada y como Manuel Fernández-Infantes explica su funcionamiento:
“Descubriendo los hornos de cal” por Silvia García
*Fotografías realizadas el 12 de marzo de 2017 por Silvia García
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